MELON

MELON:

La siembra de las semillas de melón se realiza mejor en primavera, después de que haya pasado el riesgo de heladas y cuando las temperaturas del suelo alcancen al menos los 18°C. Estas semillas se pueden sembrar directamente en el suelo o en contenedores grandes, en un área que reciba luz solar directa y tenga un suelo bien drenado y cálido.

Es recomendable sembrar las semillas a una profundidad de aproximadamente 2 a 3 centímetros y dejar un espacio de al menos 60 a 90 centímetros entre cada planta para permitir un crecimiento adecuado y la expansión de las vides.

Los melones prosperan en climas cálidos y soleados, con temperaturas diurnas entre los 25-32°C. Durante el período de crecimiento, es importante mantener el suelo uniformemente húmedo mediante riegos regulares, especialmente durante la floración y el desarrollo de los frutos, evitando el encharcamiento que puede provocar pudrición de raíces y enfermedades fúngicas.

Se recomienda fertilizar el suelo antes de la siembra y aplicar un mulch orgánico alrededor de las plantas para ayudar a conservar la humedad del suelo, controlar las malezas y mantener una temperatura más estable.

Los melones suelen estar listos para ser cosechados entre 70-90 días después de la siembra, dependiendo de la variedad y las condiciones de crecimiento. Se pueden cosechar cuando la parte inferior del melón adquiera un color amarillo cremoso o dorado, y el tallo se desprenda fácilmente de la planta con un ligero giro. Se recomienda cosechar temprano en la mañana para obtener un mejor sabor y frescura. Al cosechar, se puede cortar el melón con un par de tijeras o un cuchillo afilado, dejando un pedúnculo corto adherido al fruto para prolongar su vida útil.