LAVANDA

INFORMACION:

La siembra de semillas de lavanda se puede realizar en primavera o a fines del verano, preferiblemente en un área con luz solar directa y suelo bien drenado. La lavanda prefiere climas cálidos y soleados, y es resistente a la sequía una vez establecida.

Para sembrar las semillas de lavanda, se deben enterrar ligeramente en el suelo, a una profundidad de aproximadamente 0.5 a 1 centímetro. Se pueden sembrar varias semillas en un solo contenedor o en el jardín, dejando unos 20 a 30 centímetros de espacio entre cada planta.

Es importante mantener el suelo húmedo pero no empapado durante el proceso de germinación, que puede tardar varias semanas en completarse. Una vez que las plántulas hayan crecido lo suficiente, se pueden trasplantar a su ubicación final si es necesario.

La lavanda es una planta resistente que prospera en suelos pobres y arenosos, pero se beneficia de un suelo bien drenado y ligeramente alcalino. Se puede agregar arena o gravilla al suelo para mejorar el drenaje si es necesario.

Una vez establecida, la lavanda requiere poco mantenimiento. Se debe regar regularmente durante el primer año para ayudar a que las raíces se establezcan, pero después de eso, la lavanda es bastante resistente a la sequía y solo necesita riego ocasional durante períodos de sequía prolongados.

La lavanda puede ser cosechada cuando las flores estén en plena floración, generalmente en verano. Las flores se pueden recoger a mano y secar en un lugar fresco y bien ventilado para su uso en arreglos florales, perfumes, aceites esenciales, o en la cocina como condimento aromático.

En resumen, la lavanda es una planta versátil y fácil de cultivar que agrega belleza y fragancia al jardín. Con el cuidado adecuado, puede proporcionar años de disfrute tanto visual como olfativo.